Voy a la deriva cuando solo tu me miras, me envuelvo en tu mirada como si me la follara. Una cosa que me afecta son tus lágrimas de menta, la menta que se mezcla entre el calor de mi cuerpo, creando una explosión imaginaria entre tus besos, haciéndome sentir que estoy en el Universo.                                                                       
          [...] Llevándome hasta el fin.

Todo lo que mi mente recuerda.

Esta noche escribo todo lo que mi mente recuerda por momentos… Mi mente, por una parte, recuerda cada momento vivido junto a ti, lo bien que lo pasábamos tu y yo; una simple mirada lo decía todo, esos abrazos y sonrisas mañaneras diarias eran una parte de mi alegría. Por otra parte, recuerda los momentos más tristes, la parte en la que todo el sufrimiento se apoderó de mi alma, me hizo el corazón añicos y se congeló; todo lo que pasé por ti, a pesar de que tú también sufrieras por mí. Tanto una parte como la otra, han tenido su esfuerzo, aunque  la parte triste haya sido más costosa. No sé que parte de mi mente es la que tiene razón en esta realidad existente. Tampoco sé que pensar, si hacerle caso a mi mente o a mi corazón. Mi corazón está dañado, cicatrizado, y late poco a poco, sin rumbo. Esa cicatriz está oculta en lo más profundo de mi alma donde nadie puede verla, nada más que yo puedo sentirla cada noche, organizando todos los pensamientos que están disueltos por toda mi mente y que no tienen fin, esos pensamientos que se mueven una y otra vez sin rumbo alguno.