lunes, 4 de febrero de 2013

Veinteañera.

¿Pues sabéis qué? Por mucho que hoy sea mi cumpleaños, me siento triste y no sé el por qué. Quizás el recordar todo lo vivido durante estos veinte años, todas las experiencias de las que he ido aprendiendo, todas las personas que he ido dejando atrás, todos los errores que he ido cometiendo y de los cuales he intentado corregir poquito a poco, puesto que me han costado mucho cada uno de ellos. Aún tengo espinas más profundas que nadie sabe que existen, pero que están ahí y que siguen doliendo a pesar de todo, pero una vez más tengo que superarlas, por mucho que cueste, y espero que se vayan curando. Éstas son las típicas cicatrices que te haces después de una caída, las que se te quedan como una marca en la piel para toda la vida...pues igual pero en lo más interno de tu corazón, donde nadie puede adentrarse... y son las que más duelen.
Quizás será por todo el cúmulo de sentimientos y sensaciones. Por todo lo malo que he ido pasando. Por un quizás que pudo ser y no fue. Por vivir un presente sin olvidar el pasado; es como si quisiera avanzar hacia delante pero arrastrando todo el pasado, como si fuera una cuerda, que poquito a poco se va haciendo más grande, y más grande... hasta que un día no puedes más y al querer soltarla ves todo lo que tienes acumulado. Pues igual...
No se, son muchas cosas que no se explicar y que siento... Simplemente sonrío a la vida, que espero que me de más motivos para ello.

viernes, 1 de febrero de 2013

Bendita Locura.

Todo esto era un círculo vicioso, puesto que el principio y el final siempre eras tú. Tú eras mi vicio. Hiciera lo que hiciera siempre me llevaba a ti, a pesar de que no recibiera nada de tu parte y pretendiera olvidarte. Estaba loca de amor. ¿Harías algo por mí? bah seguro que no más, lo hiciste una vez, y eso fue lo que me produjo meterme en este círculo del cual, me cuesta salir ya que, el final siempre seguirás siendo tu... y aquí sigo, en esta condena, intentando olvidarte y cayendo en el mayor dolor: el amor como locura. Bendita locura la que un día me trajo a ti.
Intenté trazar mi camino de nuevo, pero las huellas se borraron porque tú no querías seguir. No querías nada más. Seguro que me sigues queriendo, piénsalo.
 ¿Pensarte? siempre lo he hecho, aunque sé que soy la única que lo hace y que lo siente. Todo esto me produce dolor interno. ¿Verte? reír, hablar, sonreír, sentir tus besos en mi mejilla, tus "Buenos días" de todas las mañanas, sufrir silenciosamente; de todas las maneras posibles. Lo mejor del día, aunque no lo creas. Siempre tengo ganas de verte, para alzarte una sonrisa, para ver si todo va bien, y todo eso con tan solo ver tus ojos marrones encerrados en una preciosa sonrisa. Bendita locura la que un día me trajo a ti.
Mi corazón ya no ríe, se paraliza y ya no sabe que más hacer para que tú sientas esa locura que he estado viviendo.
  ¿Por qué ha cambiado todo tanto?.
    Bendita Locura la que un día me trajo a ti.