Este texto lo escribí hace mucho tiempo pero lo dejé a la mitad, ya que el final de esta historia no había sido muy bueno y no sabía como expresarlo todo, la verdad. Aunque, en el fondo, tenía pensado acabarlo, pero se me quitaron las ganas ya que ha sido tanto lo que he sentido que no sabría como expresarlo. Así que os muestro sólo lo que tengo. Algún día, quizás, lo termine, o no... Ahí os lo dejo :
Todo empezó un día normal de instituto. Yo tenía que entrar
a esa clase de religión y no conocía a mucha gente; no sabía todo lo que
pasaría a partir de ese momento.
Abrí la puerta, y me senté al lado de una chica a la cual no
conocía, y detrás un amigo y tú… A partir de ahí se cruzaron nuestras primeras
miradas, sin ni siquiera quererlo… Nos
presentamos y empezamos a hablar, a reírnos y a pasarlo bien.
Desde ese momento, me causaste buena impresión, te veía el
típico niño malote aunque un poco tímido y pasota… Sin darme cuenta, aún, de lo que significarías para mí en un futuro no
muy lejano…
Me agregaste al tuenti y me hablaste… al principio, pasaba
un poco de ti porque a penas te conocía, y no soy de las personas que se fían
de otra tan pronto, pero bueno tú seguías intentándolo, hablándome una y otra
vez hasta que un día el hablar contigo era algo habitual… Empezamos a hablar de mi para que me
conocieras al igual que de ti, jaja aún me acuerdo la vez que empezábamos a
filosofar, que sé que te encanta, y así
veía todo lo que habías pasado o como te sentías y pensabas…. Me di cuenta, que
eras más maduro en algunos aspectos que muchos…
Cambió mi manera de pensar hacia ti desde el día en el que me dijiste
que me dirías todos los días guapa para que me lo creyera y que no te cansarías
de decírmelo, porque no me valoraba…. Al
principio no me lo creía, ya que los chicos decís más de lo que pensáis por el
simple hecho de quedar bien… Nadie había hecho eso nunca por mí, y cumpliste
con ello, nunca te cansaste, y eso me hizo pensar mucho, me hizo darme cuenta
de que me prestabas atención y que en verdad aunque fuera solo un poco te
importaba…
Yo te trataba muy bien, ya que veía que tú hacías lo mismo
conmigo… te daba abrazos cuando menos te
lo esperabas o incluso cuando más lo necesitabas, te daba besos, o simplemente
te miraba y te sonreía así sin más. Había días que no te podía quitar la mirada
de esos ojos que me mostraban muchos sentimientos, y que tanto me encantaban.
Deseaba ir al instituto simplemente para esto, porque lo necesitaba en todo
momento, esos cariños que sólo tú sabías darme.
A veces pensaba y daba las gracias de conocer a un chico
como tú, y aposté por ti sin ni siquiera conocerte demasiado, simplemente
porque veía que una persona como tú se merecía eso y mucho más, más de lo que
yo no podía darte pero al menos intentaba sacarte una sonrisa y alegrarte el
día, que es lo único que se me puede dar bien. Veía en ti una persona distinta
al resto, aunque eso dicen todos…
Llegamos a un momento en el que me enamoraste con tus
simples palabras, tus gestos y tu sonrisa. Yo pensaba que tú no sentías lo
mismo porque, ¿por qué te vas a tener que fijar en mi? Habiendo muchas mejores
que yo… pero no, no era así, en el fondo te gustaba pero no me lo llegaste a
decir nunca…
No hay comentarios:
Publicar un comentario