sábado, 25 de agosto de 2012

Tus ojos. ( Luis Martínez Kleiser)


Nunca me dicen tus labios
lo que me dicen tus ojos,
que confiesan tus antojos
o descubren tus agravios,
que me glosan tu dolor
o me infunden tu alegría,
que me lloran tu agonía
o me inundan de tu amor,
que me alumbran o me ciegan,
me curan o me maltratan,
me acarician o me matan,
me conceden o me niegan;
pero que, siempre locuaces,
me saben contar sinceros
tus exhortos más austeros
y tus sueños más audaces.
Tienen tus ojos el don
de alegrarme, entristecerme,
consolarme y conmoverme;
y es porque tus ojos son
ojos que saben hablar,
ojos que saben reír,
ojos que saben herir
y ojos que saben besar;
ojos que hielan o abrasan
y que, con nieve o con lumbre,
dan o quitan pesadumbre
por donde quiera que pasan.

[...]

Siento un placer inefable
si, en tus miradas tranquilas,
descubro, tras tus pupilas,
un camino interminable.
Triste y medroso adivino,
con las flores de tu edén,
muchos abrojos también
a lo largo del camino;
pero, aunque guardes tus flores
y me ofrezcas tus abrojos,
quiero internarme en tus ojos
en busca de tus amores.

7 comentarios:

  1. Quiero aportar mi humilde opinión al respecto del poema. Me parece que lo publicado, más arriba, es incompleto, faltan altgunos versos,Saludos, y gracias por una poesía tan preciosa. ¡Complétenla, es una pena!

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  2. Concretamente, faltan ¡¡16 versos!! Medio poema, casi.

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  3. Estaría muy buien completarlo con lo precioso que es este poema.

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  4. Completadlo, el poema es bellísimo

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  5. Cuando de su limpia hondura
    Descorren al fin el velo,
    reflejan la luz del cielo
    sobre el mar de tu ternura...

    y me hundo feliz en él.
    Y tan dulce me parece,
    que mi vida se adormece
    en su piélago de miel.

    Cuando por ellos derramas
    el fuego de tus amores,
    mis ojos son dos fulgores
    que quieren quemarse en sus llamas.

    Y cuando lanzan destellos,
    agudos como saetas,
    mis ojos son dos ascetas
    que quieren clavarse en ellos

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  6. Cuando de su limpia hondura
    Recorren al fin el velo
    Reflejan la luz del cielo
    Sobre el mar de su ternura
    Y me hundo feliz en él
    Y tan dulce me parece
    Que mi vida se adormece
    En su pie lago de miel
    Y cuando lanzan destellos
    Agudos como saetas
    Mis ojos son dos ascetas
    Que quieren clavarse en ellos.

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  7. El más bello poema que he leído. Gracias x publicar el resto.

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